Pim y Pam

Érase una vez una niña a la que todos conocían como Pim. Pim era vergonzosa, algo torpe, timidilla y bastante despistada. De pequeña los mayores se habían aprovechado de su inocencia y por eso sus compañeros la solían tratar como una niña pequeña a la que todos debían cuidar.

Pero Pim fue creciendo y en su interior comenzó a hacer algo que no se podía evitar: madurar.
Notó que enseguida se iba responsabilizando de más cosas, y asimiló ese hecho noblemente, aceptándolo. Pero todo el mundo había crecido con una sola idea de ella y aún la guardaban.
Pim estaba madurando, pero los demás la seguían viendo como una niña. Aún trataban de cuidarla aunque ella no quisiera. Eso fue a finales de la preadolescencia; después llegó a adolescente y en su interior se transformó en Pam, una chica que quería vivir la vida con autenticidad. Pero ese deseo era costoso realizar en una sociedad que se dejaba llevar por los prejuicios y el qué dirían. Pam no tardó en darse cuenta de ello.
Cualquier cosa que hiciera en público, a sus amigos les parecía raro y decían: "Deja de hacer cosas que no te pegan, Pim". Ahí estaba el fallo. Ella se había convertido en Pam, pero para el resto del mundo seguía siendo Pim. Era Pim en casa, cuando hacía el vago y su madre se lo reprochaba, o cuando cometía alguna torpeza. Era Pim cuando en clase se escondía detrás del libro para evitar la intensa mirada del profesor, buscando una víctima diaria a la que torturar. Y era Pim cuando se ponía nerviosa y hacía cosas tontas sólo para evitar que los demás se rieran de ella por lo que pensaba hacer en realidad, aunque aun así no podía evitar que esto pasara.
Todo el mundo cambia, se decía; todo el mundo llega a mejorar sus cualidades, pero ¿por qué ella no podía? ¿Por qué no la dejaban ser quien quería ser? Si alguien hacía un bailoteo en público, a modo de gracia, los demás le aplaudían y se reían con él. Si Pam lo hacía, la gente la miraba como si fuera un bicho raro. Entonces comprendió que no podía escapar de su pasado por una razón: mientras que la gente se había comportado de forma "normal durante la niñez, ella había hecho cosas que no eran propias de los demás.
Los de su alrededor no tenían reparos en saltarse las clases, quedar la noche antes de un examen o ir en grupitos de juerga, pero Pam se consideraba más hogareña y aún seguía siendo tan tímida que nadie la creía capaz de cambiar. Era una pena que los demás pensaran eso, ¿verdad?
Así pues, mientras los demás hacían todo lo que querían para agradar a la gente o incluso a ellos mismos, a "Pim" no la dejaban, la limitaban. Pim no podía hacer nada que fuese raro, anormal o loco, sólo en privado o con algunas amigas. Pero incluso cuando quedaba con éstas y hacían payasadas, las otras no se comportaban del mismo modo con ella. Pam estaba harta de que el mundo tuviera una idea tan equivocada de ella. Había cambiado, ¿por qué no le daban una oportunidad? Aquello le parecía un problema serio porque no la dejaban ascender, pretendían dejarla por siempre en la ñiñez. Y Pam empezaba a preocuparse. Sólo podía ser ella misma en su casa, ya que su familia estaba acostumbrada a su forma de ser, tanto la vieja como la nueva. Pero ni ellos eran capaces de olvidar a Pim. Pam escondía parte de su ser a todo el mundo. Escondía su locura y sus gracias "no chistosas" a sus amigos, y su dolor y sus pensamientos a su familia. Era una tortura diaria. La madurez se estaba alejando de ella. Tee había podido pasar a ser Too, y Chi a Chen. Pero Pam estaba atrapada entre Pim y Pam, dos personalidades diferentes que pugnaban por salir vencedoras. Y lo que la gente opinaba de ella era importante por eso. Si la gente la miraba con compasión, entonces ganaba Pim, porque esa mirada era la misma que le echaban cuando era pequeña y preguntaba inocentemente a los mayores si iba algo mal. Pero si la miraban con curiosidad, ganaba Pam, pues eso quería decir que había algo en ella que llamaba la atención de modo positivo e interesante y eso era el cambio que estaba efectuando, o al menos tratando de hacerlo.
Debido a esa continua batalla, Pam llevaba siempre colgando del cuello el símbolo del Ying y el Yang. La parte negra simbolizaba a Pim, una criatura llena de inseguridad y timidez; y la blanca simbolizaba a Pam, la personalidad que ella quería alcanzar, la blancura que por fin limpiaría la zona negra y la volvería una persona mejor.
Y hoy en día, aún espera la oportunidad de que alguien vea la Pam que hay en ella.

Personality Quiz: Percy Jackson-Whos your god parent?

Sobre el blog:

Bueno, muchos que estás visitando el blog ya me conocéis.

Sueños de luz es un espacio abierto, y vosotros podéis perfectamente compartir vuestra opinión por medio de los comentarios. Quizá esto os sirva para conocerme mejor, ya que sé que muchos me veís aún como una incógnita que deseáis descifrar.

Es un blog exclusivo, en donde compartiré lo mejor de mis experiencias y, ¿quién sabe? A lo mejor alguna curiosidad.¿Que por qué ese nombre? Fácil: porque los sueños reflejan una luz que aunque no se ve a simple vista, es muy poderosa: la esperanza.


Datos personales

Mi foto
Veamos, me considero una chica maja, introvertida, y me expreso mejor por acciones que por palabras, o lo que es parecido, por escrito que por oral. Adoro la fantasía y una de mis grandes pasiones es escribir novelas de este género. Tal vez algún día publique alguna. Estad atentos por si acaso. ;) Oh, y como defectos...bueno, cabezota, desconfiada y a veces un poco egoísta esta´n entre ellos. No digo más.

Seguidores