El verano está para aprovecharlo. Es ese tiempo de tres meses en el que uno puede permitirse algo más de tiempo para dejar de preocuparse por la vida y tomarse unas vacaciones merecidas. Por eso, hacer cosas nuevas cada año alimentan tu espíritu.
He estado ocupada estos días, tratando de hacer cosas que me sacaran de la rutina. El domingo pasado fui a San Sebastián con mi madre, mi hermana y una amiga en su coche. No hacía mucho sol, y el agua de la playa estaba muy fría como bañarse, pero disfruté como nunca dando esos paseos de reconocimiento. Hacía mucho que no me paseaba por La Concha, fue una sensación placentera. Pasamos ahí todo el día, fuimos al monte Igeldo, en donde nos montamos en la pequeña montaña suiza y nos tomamos un par de helados y por supuesto, sacamos muchas fotos. Luego dimos un paseo por el puerto, fuimos al parque de al lado, y casi acabamos en el aquarium, pero torcimos hacia los barrios. Estar en San Sebastián rememoró todas las veces que yo había ido con mi clase en las excursiones. De San Sebastián conozco muchas cosas y aun así, es como si cada vez que volviera tuviera la necesidad de encontrar algo nuevo. Ya fui al museo de ciencias y a la pista de patinaje una vez. Incluso paseé por el centro. Pero esta vez lo disfruté de otra forma, porque había pasado cierto tiempo desde la última vez y tenía compañía diferente.
Fue genial, y me habría quedado más tiempo, toda la semana incluso. Vimos un espectáculo callejero de breakdance, vimos el mercadillo (con unas piedras muy preciosas)... Es una experiencia que me gustaría repetir.
El martes, por otra parte, estuve en el chalet de una chica que cumplía años. Conocí a nueva gente, me lo pasé pipa en la piscina, hice de DJ, de camareram devoré una pizza de piña riquísima...
También he montado en bici, cosa que no hacía desde mucho tiempo, aunque tuve que inflarle las ruedas antes, XD.
La otra cosa que más me interesa hacer es visitar las cuevas de Zugarramurdi. Siempre oigo que están muy bien, que son muy interesantes, que hay cosas que tienen su encanto, y me gustaría verlo con mis propios ojos. Lo malo es que sólo podríamos ir los dominos, porque mi padre ya está trabajando de nuevo. Además, el tiempo que hace no invita mucho a salir últimamente, pero tampoco se trata de permanecer encerrada en casa.
Oh, y última cosa: me he cortado el pelo. Sí, el look era otra cosa pendiente por innovar. Incluso me atreví a ondularlo muchísimo más y el resultado me dejó encantada ^^. Volveré a llevar ese peinado más a menudo, no tiene precio.
Bueno, esto es todo lo que me puedo permitir por hoy. A decir verdad, he estado muy vaga últimamente como para escribir aquí, pero nunca es tarde para dar noticias.
Hoy aprovecharé e iré al cine y comeré fuera con mi familia, así que ya va siendo hora de cerrar.
Hasta otra. Espero que mi fuerza de voluntad se reanime tras entrada, aunque siempre digo lo mismo, XD.
PD: Al final me perdí las Perseidas. Estaba muy cansada, hacía mucho frío y no pensé que sería tan tarde. Intenté verlas desde el balcón de mi casa pero no sirvió de nada. Otra vez será.
Muchos abrazos de "La Ecritora"